Son las 6.00 horas de hoy domingo 27 de noviembre de 2011. Para muchas personas un día normal, un día más en la hoja del calendario. Para otros por algún motivo, un día especial para recordar. En Francia se utilizan tres tipos de saludo al día. Los más habituales. «Bonjour» (buenos dias), es con el que se inicia la mañana, con la que se despiertan. Y ese bonjour dura mucho tiempo en la jornada. Es el más extenso. Un poco menos en invierno al hacerse de noche antes. Porque es cuando empieza a oscurecer cuando se pasa al «Bonsoir»!! (buenas tardes). Cuando se retiran a la cama se dicen «bonne nuit»!!!! (buenas noches).
Aquí es diferente. Cuando nos levantamos lo hacemos con los «buenos dias». Algo que mantenemos más o menos hasta después de comer, que pasamos al «buenas tardes» y las buenas noches las decimos cuando oscurece y también al irnos a la cama a descansar.
De una forma u otra si le decimos las tres expresiones cada día a una persona cercana a nosotros signfica que seguimos a su lado, y lo seguiremos haciendo. Por eso, y a menos de seis horas del incicio del partido contra el Betis, le deseo a Philippe Montanier: Bonjour, bonsoir et bon nuit. Porque es mi deseo. Que siga a nuestro lado, dirigiendo al equipo.
Aunque los jugadores tras 12 partidos oficiales no hayan captado plenamente lo que desea de ellos el entrenador, los planteamientos que ha ido realizando en cada partido han sido los correctos. Yo si fuera entrenador, haría lo mismo. Saber como juega el rival para contrarrestarle. Conocer al enemigo es la primera premisa para vencerle. Lo decía Sun Tzu en su espléndido «arte de la guera». No es nada nuevo. Lo razonable para vencer es como decía ya Sun Tzu: «una fuerza militar no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo». Es por ello que hay que conocer el juego que utiliza el rival para derrotarle. Y Montanier ha tenido muy mala suerte en varios partidos, de lo contrario, la Real Sociedad, debería estar en mitad de la tabla. Jugar siempre con el mismo esquema ante cualquier rival por mucho que sea el que más le gusta a los jugadores no implica victoria, porque el rival sabiendo como jugamos, precisamente bloqueará ese juego para derrotarnos. Hay que sorprender a cada equipo conociendo como juega.
Para ello hay que tener algunas cosas claras indicadas por el propio Sun Tzu: «haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti» o «si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla».
De mil maneras hay que actuar para vencer al rival. Y Montanier lo sabe. Por ello ha ido planteando en cada partido una forma de afrontarlo dependiendo del rival. No ha parecido que ni algunos jugadores, aficionados y medios decmunicación lo hayan acabado de comprender. Es sencillo: «el que tiene más factores estratégicos a su favor es el que gana; el que tiene menos factores estratégicos a su favor pierde, y mucho más quien no tiene ningún factor estratégico a su favor. Considerando el asunto de esta manera, puedo ver quién va a ganar y quién va a perder».
La suerte no es un factor que por mucho que haya estado en nuestra contra como se demostró en partidos como Levante, Mallorca y Rayo Vallecano, vaya a continuar. Porque como añade en otro apartado Sun Tzu «las victorias que se ganan en batalla no son debidas a la suerte. Sus victorias no son casualidades, sino que son debidas a haberse situado previamente en posición de poder ganar con seguridad, imponiéndose sobre los que ya han perdido de antemano».
Está claro. Todo se entiende perfectamente. Solo hay que aplicarlo en cada partido y con cada rival. Montanier lo ha hecho perfectamente. Disciplinado ha buscado a los mejores hombres en cada momento, el mejor sistema posible, para tratar de sorprender al rival y derrotarle. Los jugadores han de entender que adaptarse es antonimo de acomodarse en cada puesto. Jugar siempre de la misma manera da pistas a los rivales. Hoy toca el Betis, y no solo hay que enfrentarse a un rival herido como nosotros. Es que además Philippe ha tenido que preparar un equipo sin varios de los jugadores con los que querría contar, porque están lesionados. Pero los que ocupen sus lugares saben lo que deben hacer para lograr los objetivos. La actitud, la lucha, la entrega total, el compañerismo, son fundamentales a la hora de conseguir las victorias.
En el último entrenamiento a puerta abierta realizado por el equipo txuri urdin hubo pocos aficionados y muchos medios de comunicación. Querían saber lo que Philippe les queria decir. «Una victoria es solo un paso adelante». Es lo que quiso comunicarles. Y es la verdad. Cuando las cosas están mal no hay que pensar en dar grandes pasos, porque seguramente te tropezarás. Hay que darlo uno a uno. Pero sabiendo que el siguiente, te da la seguridad de preparar la pierna para seguir avanzando.
Las cosas no van bien y se nota en los entrenamientos, porque la afición no va ni anima tanto como cuando las cosas van bien. El viernes no es que hubiera solo poca gente en las gradas viendoles entrenar, es que cuando salían después del entrenamiento para dirigirse a sus casas, no había nadie esperándoles para sacarse fotos o recoger sus autógrafos. Nunca he entendido lo de apostar solo a caballo ganador. Que se funcione solo cuando las cosas van bien. En los malos momentos es cuando más necesitamos todos el apoyo de los demás.
Hablé con Philippe tarde. Cuando ya se habían ido los jugadores. Solo tres quedaban en las instalaciones por el curso de entrenador que están preparando. Quise transmitirle al final del entrenamiento algo que había estado pensado durante toda la noche. No dormí y fui directo a Zubieta para estar al lado de los jugadores y a su lado. Como un humilde aficionado más que soy a ellos quise gritarles varias frases que en es larga noche había preparado: «¡Hay que creer!»; «juntos lo conseguireis»; «espíritu de equipo»; «es el momento de reaccionar»; «corazones txuri urdin para ganar» y una que dijo Churchill «somos dueños de nuestro destino, somos capitanes de nuestra alma». No se las llegué a decir. Salieron todos, montaron en sus coches convencidos, como comentaron, de que se va a ganar en Sevilla. No quedaba nadie. Solo dos chicas jovenes esperaban en esos momentos a Philippe. Querían regalarle unos bombones. Después hablé un rato con él. Le animé como ese aficionado más que soy, y le dije que seguía creyendo en él. Que entendía lo que hacía en cada partido. Sus cambios de táctica, de jugadores. A él también le había preparado frases para gritárselas en el entrenamiento. Pero había demasiados medios de comunicación y como le comenté, preferí no hacerlo. Pero si se las leí a él personalmente en un francés que traté de que fuera entendible: «l´union fait l´equipe»(la unión hace al equipo); «il est necessaire recuperer l´esprit del´equipe» (es necesario recuperar el espiritu de equipo); «est possible de gagner si nous croyns en nous» (es posible ganar si creemos en nosotros); «il n´y a pas de victoire sans sacrifice» (no hay victoria sin sacrificio); «a mieux jouer est necessaire de croire» (para jugar mejor es necesario creer en ello); «le temps est venu. Regardez seulemet l´avant» (llegó la hora, hay que mirar adelante). Una a una comentó que eran ciertas. Reales. Hay miles de formas de tratar de hacer ver a un equipo, a cada jugador, lo que ha de hacer en el terreno de juego. Que estando bien fisicamente, la mente vaya al mismo ritmo. Es lo que hace falta. Esa coordinacion de mente y cuerpo es la que hace que las cosas salgan. Nos dimos la mano. Le desee lo mejor para el partido ante el Betis, y le emplacé para el próximo entrenamiento, tras ese encuentro. Porque es lo que le quise transmitir, algo que muchos aficionados quieren seguir diciendole día a día como entrenador txuri urdin: ¡Bonjour, bonsoir et bonne nuit Monsieur Montanier!!!!!!!. Porque significará que sigue con nosotros.
Son ya las 08.13, y sigo aquí. Nervioso por lo que pueda suceder dentro de tan solo 3 horas y algo más. Pero quiero creer en los jugadores que han repetido hasta la saciedad estos días cosas como: «EL EQUIPO ES CAPAZ DE REACCIONAR CON ESTE ENTRENADOR» (Mikel Aranburu). Si es verdad, si creemos, si queremos volver a decir a diario a nuestro entrenador Philippe Montanier: ¡Bonjour, bonsoir et bon nuit!!!!!!!, es hora de sentir que el escudo de la Real Sociedad está por encima de todos, y que él nos mueve a sentir txuri urdin en lo que vivimos cada uno desde nuestras diferentes maneras de entender el fútbol, el equipo, el club. Es hora de demostrar que lo que queremos es lo que vamos a hacer.
¡Bonjour, bonsoir et bonne nuit Monsieur Montanier!!!!!!!
Mañana lunes, te diremos de nuevo en cada fase del día, cada una de estas frases. Y el martes, y el próximo entrenamiento, y esta semana, y la siguiente, y el mes que está a punto de comenzar.
¡Bonjour, bonsoir et bonne nuit Monsieur Montanier!!!!!!!
Cuando el corazón demuestra lo que siente, no importa que la mente te diga que no es razonable. Se hace y punto. No hay nada mejor en esta vida que creer en lo que se hace, porque siempre lo he dicho. Creer es el primer y más importante paso para lograr lo que se quiere. Saber lo que se quiere no es estar loco. Es avanzar para conseguir lo que se anhela. Un grano de arena no es una playa, pero si forma parte de ella. Y nuestra Real Sociedad es esa playa de la que todos somos pequeñas motas de arena que hacemos que la marea txuri urdin se llene con la humedad de las lágrimas de pena y de alegria.
¡Bonjour, bonsoir et bonne nuit Monsieur Montanier!!!!!!!
por JOXEBI
Nota: El 13 es mi número, espero que este partido 13 nos de la suerte, que buscándola los jugadores, la encontraremos. La suerte es para los que no se preparan. Y nosotros, entrenador, jugadores, directiva, afición, estamos preparados para recibirla.
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